lunes, 9 de abril de 2012


¿Y si…
 “Para las almas, fruición y muerte hacerse húmedas”
Heráclito de Éfeso


¿Y si me hubiera quedado en sus brazos justo después de aquel instante en que él aclaraba mi pelo? ¿y si no me hubiera dado tanto miedo aquella desnuda intimidad? ¿y si no me hubiera sentido tan frágil, tan de agua, tan de cristal?

No logro recordar con seguridad las palabras que dijo…creo que algo sobre lo bonito de aquel momento. Quizás lo dijo con ternura, quizás con cinismo, no logro recordar con qué emoción lo dijo…quizás dijo “qué bonito momento” sin más, como el que mira una fotografía de un gesto íntimo, breve, cotidiano, de la vida de otro. Quizás ni siquiera dijo nada. Y en ese instante, justo en ese instante en que deseaba tanto quedarme allí, protegí mi desnudez con la ironía –“si, subliiiime”- y salí de la bañera, sin saber abandonarme a ese momento.

¿Y si me hubiera quedado entre sus brazos, recostada en su pecho, callada, desnuda, tan frágil, tan de agua, tan de cristal? Sí… por un instante deseé quedarme así,  deseé quedarme allí contra todo el tiempo.

No lo sé, ¿acaso hubiera sido todo diferente?

¿Y si tan sólo fue eso: no supe qué hacer en aquel húmedo instante…tan frágil, tan de agua, tan de cristal?

¿Y si fue mi alma la que en ese instante supo ponerme a salvo?



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