Buscamos una piel, un rostro,
el calor que nos falta.
Queremos esa piel, ese rostro
con deseo de la vida compartida
con deseo de ágora
Pero los rostros son también espejos.
Los miramos.
Nos miramos.
¿Quién está preparado para verse en el espejo?
¿Quién no se ha asustado y ha huído?
¿Quién no tiene miedo para quedarse a descubrir
esa piel
ese rostro
su propio reflejo?
Queremos un amor, un nosotros, el sol del ágora.
Y el frío atajo de la conquista nos lleva a la
piel contra piel
al cuerpo a cuerpo
Cuántos espejos rotos
¡Qué difícil es aprenderte amor...aprenderse!