domingo, 3 de julio de 2011

DE ENERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TANTOS (no recuerdo si era 6...mira tú qué pena) A HOY

ENERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TANTOS...

¿Quién puso Lestrigones y Cíclopes en mi alma?

Herencia milenaria de los esclavos.
Me ungieron con los aceites sagrados
que permiten reconocer sin ir a la Belleza.
Y estuve a salvo de lo terrible de ésta
…..y estuve a salvo.

Pero nadie me preguntó si quería salvarme.

HOY...

La Vida, con sus caminos inescrutables, quiso ponerme entre dos mundos, me hizo ser puente entre el mundo de las ideas sobre el hombre y el mundo de los hombres concretos, los de carne y sangre.


Con avidez aprendí de las dos partes y durante mucho tiempo pretendí mantener la equidistancia, la pureza, sin saber que la equidistancia es sólo una proporción matemática y una imposibilidad vital.

Durante mucho tiempo pensé mucho y viví poco y mi lealtad y mi pureza infantil estuvieron a salvo…estuve a salvo.

Pero la Vida, con sus caminos inescrutables y sus modales de ramera, también te obliga a caminar, esto es, a elegir: “llega el momento de pasar de la contemplación a la acción, a eso se le llama hacerse hombre” susurró en mi oído mi compañero de origen Camus.

Y en la acción nunca hay equidistancia, ni pureza, la lealtad se pone en juego al elegir…y ya no se está a salvo.

En mi vida, en mi acción, en mi hacerme mujer, en mi no estar a salvo creo -y creo porque no estoy segura, porque en la acción siempre hay incertidumbre- que mi lealtad ha sido para con los hombres reales, los de carne y sangre.

Ya no estoy equidistante, ya no estoy a salvo.

No sé por qué elijo a los hombres reales, de los por qués también estoy insegura, es irracional, es inexplicable, es sólo una cuestión de amor…nada más.

Es más fácil domesticar a los hombres reales y hacerlos a la medida de los modelos de hombre -y de los miedos sobre los que inconscientemente levantamos las ideas-, que hacer que los modelos de hombre, nuestras amadas ideas, respeten el valor de los hombres…los de carne y sangre, incómodos, frágiles, reales, impuros…vivos.

Esta es toda mi sabiduría:

La realidad es siempre limitada…más que nuestro ensueño.

El amor es difícil...inexplicable

Pero a ellos me aferro para vivir…para no salvarme.


http://www.youtube.com/watch?v=obRG5C9SE_E

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